EL NACIONALISMO HÚNGARO

El nacionalismo en Hungría es un movimiento que cobra fuerza a principios del siglo XIX, como oposición al imperio Austriaco, gobernado por la dinastía de los Habsburgo. En 1848 se inició un levantamiento popular que fue duramente reprimido por el imperio. No obstante, el sentimiento nacionalista que terminaría por conformar la identidad de Hungría quedó arraigado en la sociedad.

En la música, la idea del movimiento nacionalista era adaptar las piezas de origen folclórico y tratarlas de acuerdo a un estilo posromántico, instrumentadas y armonizadas para ser música de concierto. La base ideológica detrás de esta premisa era la de dotar a la música popular magiar del mismo prestigio que la de la tradición germana.

Los compositores exploran la inclusión de nuevos instrumentos, especialmente de percusión, en la orquesta sinfónica. La canción, el poema sinfónico y la ópera superan a la sinfonía o la sonata.

No puede obviarse el papel de la música zíngara, de tradición antiquísima y caracterizada por el uso de escalas exóticas y por el desarrollo virtuosístico de un instrumento: el violín. Los compositores se interesarían por la música zíngara y también la adaptarían.

El nacionalismo húngaro se terminaría por definir como un estilo de gran riqueza y variedad en cuanto a escalas, melodía, forma y timbre, siempre al servicio de un propósito: resaltar la identidad húngara.

Los compositores principales son:


- Franz Liszt (1811-1886), uno de los compositores más importantes de piezas para piano, que fue pionero al aplicar técnicas compositivas de la música más académica de Europa al folclore, en especial al folclore zíngaro. Liszt estudió , y más tarde impartió clases, en distintas partes de Europa como Roma o Weimar, y su popularidad acercó al público europeo la música de su país. Además, fue quien definió las características del nacionalismo húngaro: música programática  (de la que era un fuerte defensor), virtuosística, que emplea escalas exóticas y con otros géneros, como el poema sinfónico, distintos de los comunes en la música clásica.


- Béla Bartók (1881-1945), uno de los fundadores de la etnomusicología, rama de investigación que estudia la música desde un punto de vista cultural o social. Durante sus estudios en Budapest conoció a Kodály, que compartía su interés en la tradición popular de su país. Algunas de sus grandes influencias para orquesta en sus primeros años fueron Strauss y Brahms (quien siendo alemán también mostró interés en su momento por la música zíngara, componiendo sus famosas marchas húngaras). Más tarde, Kodály le enseño las composiciones de Debussy, que le causaron una gran impresión. Si Liszt en su época incorporó al folclore técnicas del romanticismo, Bartók incorporó las vanguardias de principios de siglo, en especial exploró la sucesión de Fibonacci y la proporción aurea aplicada a la música.


- Zoltán Kodály (1882-1967), amigo y colaborador de Bartók, que además de compositor y etnomusicólogo, fue un importante pedagogo musical. Él y Bartók llegaron a la conclusión de que la música zíngara se había identificado erróneamente desde Liszt como folclore húngaro o magiar, por lo que ambos compositores emprendieron un viaje en el que recopilaron canciones y otras piezas tradicionales entre los granjeros y campesinos húngaros. Juntos se dieron cuenta de la proximidad de esta música con la asiática, en especial por el empleo de la escala pentatónica, que incorporaron a sus propias composiciones.

El siguiente enlace lleva al poema sinfónico de Bartók Kossuth, en honor a un héroe de guerra de la mencionada revolución de 1848.

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